La energía taurina representa la conexión con el cuerpo y la consistencia. Por eso, se dice que es perseverante, paciente y muy sensual. En las relaciones, necesita que se respeten sus tiempos y que haya mucha piel. Tauro es una invitación a disfrutar de los cinco sentidos (y de las cosas buenas de la vida). Por eso, dos taurinos se entienden muy bien.
Compatibilidades fluidas
Con Piscis, el enlace pasa por Venus, que rige a Tauro y a Libra y se exalta en Piscis. Son tres versiones de la misma energía de amor y bienestar en diferentes elementos. En cuanto a esta pareja, en Tauro Venus se manifiesta en lo material, a través del contacto físico y los placeres sensoriales y en Piscis, a través de lo emocional e intuitivo, el agua.
Con Cáncer, son dos energías sensibles a las que no les gusta que las presionen ni las apuren. Cáncer brinda protección y contención emocional, como buen signo de agua, mientras que Tauro “mima” desde lo físico, porque es de tierra. Sí es cierto que esta dupla puede tender a la inacción, pero va a pasársela muy bien junta.
Con Virgo, comparten la cualidad terrenal que les hace darle mucha importancia al cuerpo. Pueden, claro, enseñarse sus fortalezas mutuamente: Tauro puede enseñarle a Virgo a relajarse y disfrutar un poco más del momento y Virgo a Tauro, a tomar control y ser más mesurado y frugal para evitar excesos.
Con Capricornio, gustan de la buena vida. Eso sí: Capricornio tiene la mente puesta en el mañana, porque fija los objetivos más ambiciosos del zodíaco, y Tauro desea disfrutar del aquí y ahora. Pueden influirse el uno al otro de manera positiva para ganar, respectivamente, menos rigidez y más madurez.
Con Libra, los une su regente Venus, que se expresa en Libra a través de lo comunicativo y vincular, porque es aire, y en Tauro a través de lo físico y concreto, porque es tierra. Son dos vertientes diferentes (pero no distantes) de la misma fuente. Aman la armonía, la paz, el placer y lo agradable. Pueden darse una muy buena vida juntos.
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Compatibilidades desafiantes
Con Escorpio, son una combinación explosiva. Nunca es más cierto que en este caso el dicho de que los opuestos se atraen, porque el magnetismo sexual que los une es difícil de igualar. El desafío es lograr una relación que sea lo suficientemente estable para agradar a Tauro y lo suficientemente turbulenta para mantener el interés de Escorpio, y que no pase estrictamente por lo carnal.
Con Leo, puede haber una “lucha de divas” (independientemente del sexo de los integrantes de la pareja). A los dos les gusta la atención, tienen una autoestima alta y parámetros sobre cómo quieren ser tratados. Pero, más allá de las chispas que pueden sacarse por sus desacuerdos, Leo puede encontrar a Tauro un poco monótono, mientras que Tauro puede cansarse del drama leonino con facilidad.
Con Acuario, hay falta de entendimiento. Es como si se tratara de dos personas de diferentes galaxias. La energía aérea, curiosa, rebelde e innovadora de Acuario choca con el amor de Tauro por la estabilidad, el placer, el confort y la rutina. Sin embargo, si cada uno cede y se asoma al universo del otro, pueden enriquecerse de sus miradas infinitamente.
Compatibilidades neutras
Con Aries se complementan bien. Regidos por Marte (Aries) y por Venus (Tauro), son como un juego de opuestos o de yin y yang: la energía de conquista y la de espera y recepción, necesarias en todas las interacciones. Se relacionan mejor si logran salir de los roles fijos y Aries adopta una actitud más suave y receptiva de vez en cuando, al tiempo que Tauro toma las riendas de la relación.
Con Géminis, ¡ni fu ni fa! La velocidad y el ritmo cambiante de Géminis marea y confunde fácilmente a Tauro, que prefiere paz y lentitud. A la vez, Géminis busca el estímulo intelectual más que el físico, y por ese desencuentro de intereses la dupla se siente como si hablara dos idiomas distintos.
Con Sagitario, falta comprensión. Un espíritu aventurero y expansivo como el sagitariano encuentra las ganas de quedarse en casa de Tauro poco interesantes, mientras que Tauro no comprende el deseo de Sagitario de acampar en un destino distinto cada día. Si logran ponerse de acuerdo (o negociar una estadía en un hotel) descubrirán que a los dos les gusta crecer, aunque la manera de Tauro sea acumulando bienes y la de Sagitario, acumulando experiencias.
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