La energía pisciana representa la más profunda conexión empática, mística y de amor universal, a la vez que le termina de dar un sentido de unidad al ciclo zodiacal que se cierra con ella. Por eso, se dice que es holística y que trasciende fronteras. En las relaciones, necesita inspiración y mucho espacio para la demostración de los sentimientos; también, estímulos artísticos y sutiles. Piscis es una invitación de entrega confiada a la incertidumbre y el caos. Por eso, dos piscianos se entienden muy bien.
La energía pisciana representa la más profunda conexión empática, mística y de amor universal, a la vez que le termina de dar un sentido de unidad al ciclo zodiacal que se cierra con ella.
Por eso, se dice que es holística y que trasciende fronteras. En las relaciones, necesita inspiración y mucho espacio para la demostración de los sentimientos; también, estímulos artísticos y sutiles. Piscis es una invitación de entrega confiada a la incertidumbre y el caos. Por eso, dos piscianos se entienden muy bien.
Compatibilidades fluidas
Con Cáncer, el interés por los sentimientos y por la calidez los une. Protectores, amorosos y muy compañeros, son capaces de poner en un segundo plano las cuestiones más inmediatas con tal de responder a las necesidades emocionales. La presencia, la contención y la escucha son su fuerte y, mientras Cáncer es más maternal, Piscis entiende la empatía desde la igualdad.
Con Escorpio, tienen en común el interés por el otro y por el bien común. Pero, mientras Escorpio ama con una intensidad que puede transformarse en posesiva, Piscis es igualmente demostrativo, pero menos apegado. Comprende que nadie es de nadie y que la vida está en constante cambio. Desde allí, responde a la condición fija de Escorpio y lo desafía a dejarse ir y a soltar.
Con Capricornio parecen (y son) muy diferentes, pero los une el hecho de que los dos buscan la máxima realización del elemento al que pertenecen: mientras Capricornio simboliza la cima del elemento tierra y su concreción más acabada de lo material, Piscis hace lo mismo con el agua y con las emociones.
Con Tauro y Libra, el enlace pasa por Venus, que rige a Tauro y a Libra y se exalta en Piscis. Son tres versiones de la misma energía de amor y bienestar en diferentes elementos: en Tauro, se manifiesta en lo material, a través del contacto físico y los placeres sensoriales; en Libra, a través de lo comunicativo y vincular, porque es aire, y en Piscis, a través de lo emocional e intuitivo, el agua.
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Compatibilidades desafiantes
Con Géminis, son dos signos mutables en disputa: Géminis, regido por Mercurio, no deja de pensar, analizar y hablar, y Piscis prefiere una energía de introspección, en la que siente primero y racionaliza después. Pueden aprender mutuamente del proceso del otro, porque a Géminis le serviría confiar en su intuición y oír su voz interior, y a Piscis le serviría la distancia emocional que se obtiene cuando se piensa objetivamente.
Con Sagitario también hay una diferencia en la manera de vivir lo mutable. Los une la confianza y la fe en la sabiduría de la vida y en las fuerzas superiores pero, mientras Sagitario se manifiesta de manera fueguina, espontánea y creativa, Piscis permanece hacia dentro, sin tanto gusto por mostrarse. Justamente, es en esto en lo que pueden retro alimentarse: Sagitario puede adoptar la sutileza pisciana para conectarse con su mundo interior, y Piscis puede soltarse un poco y expresarse, de manera que el resto del mundo pueda disfrutar de su inspiradora manera de percibir el mundo.
Con Virgo, los une la entrega y el servicio al otro, pero mientras Virgo lo hace desde el sentido concreto y práctico, Piscis brinda su ayuda espiritual y su contención emocional. Las dos son necesarias e igualmente válidas, y se potenciarían si Virgo aprendiera a mostrar su sensibilidad profunda y si Piscis pusiera algo de orden material en su océano de sentimientos.
Compatibilidades neutras
Con Acuario comparten más de lo que aparentan: los dos signos creen en un mundo mejor y en el bien colectivo como supremo. Mientras Acuario lo busca desde lo mental, y en ocasiones puede pasar por frío, Piscis apuesta a la emoción y a llamar al inconsciente colectivo. Si se dan la mano, las dos últimas energías de la rueda zodiacal pueden cooperar para sensibilizar a la comunidad que integran y para poner el alma en darle sentido a los proyectos que encaren.
Con Leo, el arte es un gran interés en común. Leo lo ve desde un lugar expresivo y desenfadado, y Piscis desde el punto de vista de compartir procesos íntimos. Los dos signos tienen un trabajo interesante con la inspiración, que puede aparecer en forma de un fuego que se enciende para el primero y en forma de un mensaje del alma o de energías más sutiles en el caso del último. Juntos pueden formar una dupla creativa muy próspera.
Con Aries, la energía es la de cierre y nuevo comienzo. No hay un fin, porque al último grado de Piscis le sigue el primero de Aries, y la rueda se renueva y se alimenta de lo aprendido. Piscis ha integrado el mandala zodiacal en forma holística, reconciliando las piezas, y Aries abre un nuevo ciclo en el que cada energía buscará manifestarse a su manera.
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