La energía ariana representa el amor por la independencia, el pensamiento propio, la bravura y la valentía. En las relaciones, necesita espacio y mucho respeto por su individualidad; también, estímulos, desafíos y aventuras. Aries es una invitación de celebrar la propia individualidad y de mostrarnos tal y como somos. Por eso, dos arianos se entienden muy bien.
Compatibilidades fluidas
Con Leo, comparten la capacidad de expresar sus pensamientos y sentimientos sin filtrarlos. También son líderes natos y rápidamente se convierten en guías, casi sin esfuerzo. La diferencia está en que, mientras la energía Aries se destila sin que la persona tenga la intención de hacerlo, es decir, quiera o no, la energía Leo busca un caudal creativo que mostrar al mundo. Leo puede aprender de Aries su independencia de la opinión de los demás, y Aries puede dejarse inspirar y encantar para canalizar su vitalidad en dejar algo único.
Con Sagitario los une el entusiasmo y el espíritu aventurero. Aries es valiente y no se lo piensa dos veces antes de aceptar un rumbo nuevo, por incierto que pueda parecer, y a Sagitario le enciende salir de los límites de lo que conoce y llegar a nuevos destinos. Aries puede aprender de Sagitario ese sentido de dirección y de búsqueda orientada a un fin, como el aprendizaje y la expansión de su visión, y Sagitario puede empaparse de la espontaneidad de Aries y de su confianza en su propia intuición para marcarle el camino.
Con Acuario tienen en común el amor por la libertad y la independencia. Mientras Acuario busca comunicarse, como signo de aire, Aries simplemente se expresa y es, manifestando su fuego interior. A ninguno de los dos les gusta sentir que alguien los controla o les coarta su autonomía. Acuario puede aprender de Aries a ser y actuar exactamente como lo desea, sin tomar en cuenta la opinión ajena, mientras que Aries puede enriquecerse si, como Acuario, considera el bien común como la base de todas sus acciones.
Con Géminis, los dos son energías muy expresivas, pero Géminis pasa por lo mental mientras que Aries se orienta a mostrar lo que siente y a actuar como el momento se lo indica. Géminis puede aprender de la espontaneidad ariana, que le ayudaría a evitar su bucle de pensamientos recurrentes, y Aries puede incorporar el tamiz intelectual de Géminis para evaluar mejor sus acciones y decisiones, en lugar de saltar directamente a ellos.
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Compatibilidades desafiantes
Con Libra, son opuestos complementarios. Allí donde chocan es donde más tienen para aprender el uno del otro: Aries ve a Libra como una energía de duda y vaivén constante que no se decide fácilmente, o que es capaz de ceder sus preferencias para mantener la paz y la satisfacción de su pareja. Libra, por otra parte, puede considerar que Aries es inflexible y que no demuestra interés en conciliar con el otro para llegar a acuerdos y, por eso, le falta cierta madurez. Si los dos se acercan al centro, podrán notar que el equilibrio ideal se da cuando sabemos bien qué queremos, pero somos capaces de llegar a un intermedio en el que las dos partes estén conformes, sin que eso cree recelos ni arruine la relación.
Con Cáncer, la diferencia se da desde el carácter mismo de cada signo. Aries no comprende la tendencia ensimismada, nostálgica y sentimental de Cáncer, que a su vez considera a Aries desapegado del valor sentimental de las cosas, personas y lugares y no ve con buenos ojos su capacidad de seguir adelante sin mirar el pasado. Pueden aprender el uno del otro si Aries se pone en contacto con su mundo emocional de manera más frecuente y si Cáncer valora la capacidad de vivir en el momento presente y de expresar coraje de Aries.
Con Capricornio, son un carnero y una cabra… pueden sacarse chispas. Aries no tiene especial preocupación en alcanzar objetivos y metas; la independencia y la libertad se miden, en su energía, en la capacidad de iniciar un nuevo rumbo cada vez que lo desee sin estar atado a algo fijo. Capricornio es tenaz y organizado y considera a Aries un tanto caótico e impredecible. Quizás puedan ayudarse mutuamente a incorporar, justamente, un poco más de orden y estructura en el caso de Aries, y un poco más de espontaneidad y de sentido aventurero en el caso de Capricornio.
Compatibilidades neutras
Con Tauro se complementan bien. Regidos por Marte (Aries) y por Venus (Tauro), son como un juego de opuestos o de yin y yang: la energía de conquista y la de espera y recepción, necesarias en todas las interacciones. Se relacionan mejor si logran salir de los roles fijos y Aries adopta una actitud más suave y receptiva de vez en cuando, al tiempo que Tauro toma las riendas de la relación.
Con Escorpio, los une la tutela de Marte, que es el regente tradicional del signo del escorpión. Ninguno de los dos le teme a la exploración ni al peligro, y saben cómo atravesar dificultades con valentía. Escorpio puede enseñarle a Aries a estar en contacto con sus sentimientos, y este puede enseñarle, a su vez, a ser más autónomo y a no quedar ligado emocionalmente al pasado.
Con Piscis, hay un sentido de continuidad en la rueda zodiacal. El cierre de etapa que se da con el último de los doce signos es seguido por un nuevo comienzo guiado por Aries. La mirada interior, integrada y holística que propone Piscis se sigue de una propuesta de acción, aventura y determinación personal. De Piscis, Aries puede aprender a amalgamarse con los demás; de Aries, Piscis puede aprender a proclamar su independencia y diferenciarse del resto, para simplemente decir “este es quien soy yo”.
Con Virgo, hay poco en común. La necesidad de orden y organización virginiana choca con la espontaneidad y la autoafirmación ariana, pero esto no es necesariamente malo. Frecuentemente, llegan a entenderse, porque Virgo analiza las motivaciones de Aries y logra comprender su necesidad de expresión, y Aries a su vez comprende que el estilo de Virgo es simplemente su manera de expresar su esencia y, aunque sea muy diferente a la suya propia, es tan válida como ella.
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